SEAMOS SERIOS... DEMOSTREMOS DE LOS QUE SOMOS CAPACES

La verdad es que escuchando la radio y los comentarios de los cafés, no sé si cortarme las venas o dejármelas crecer. Es impresionante la psicosis que hay en el ambiente ante la situación actual y las perspectivas que nos pintan y lo malo es que esta densa, vasta y desagradable “lluvia” de informaciones y datos, parece que cala en la población.
Me resisto a rendirme y dejar que dicho flujo penetre en mi alma y mi espíritu ante la realidad que vivo día a día y las oportunidades que van presentándose ante mis ojos. No quiero decir que esto sea Jauja, pero si que tenemos de donde agarrarnos para superar las dificultades (que las hay y muchas) del día a día. Me niego a dejarme vencer por la “realidad” presentada de forma descarnada, interpretada de forma maliciosa, manipulada y torticera por medios controlados por intereses partidistas. Me opongo a ceder mi futuro a la merced de políticos y manipuladores de los fondos comunes de todos. Sencillamente digo no.
Quiero fijarme en todas las cosas buenas que pasan a mi alrededor. Desde la energía positiva que desprenden mis propios hijos, hasta la ternura que me inspira una pareja embarazada, pasando por los pequeños logros y éxitos que rodean nuestra vida cotidiana. Quiero seguir celebrando una buena nota de mis hijos, al igual que un nuevo pedido de un cliente o una buena negociación con un proveedor. Quiero seguir sintiendo esa emoción antes de entrar en un posible cliente o los nervios previos al cierre de un acuerdo importante.

El día nace a diario y con un nuevo día tenemos nuevas oportunidades. Oportunidades de negocio, de relaciones personales, de crecimiento personal, intelectual y profesional. Hace pocas fechas tuve el honor de conocer a uno de mis contactos de LinkedIn que no ha hecho más que darme un empujón a seguir disfrutando de la lucha cotidiana. Un joven de poco más de treinta años, orgulloso de su empresa, de las movidas que organiza a través de internet y de su hermosa novia; un hombre lleno de proyectos, futuro y sobre todo con una fuerza y energía contagiosas.

Hace 48 horas que mi empresa ha sido adquirida por otra empresa que es, en si misma, un ejemplo de profesionalidad, seriedad, tesón, visión de futuro y sobre todo enorme honestidad. En tiempos revueltos apuesta por crecer sumando. Sumando productos, mercados y personas. Haciendo de su proyecto algo mucho mayor, mejor habitado y mejor preparado para nuevos retos. El lunes nos vamos a Turquía a ver cómo seguimos construyendo futuro, escribiendo nuevas líneas de nuestra historia como empresa y como personas.

Hay otros mundos fuera del lamento sin ir más allá. Se trata de salir de nuestro micro mundo de la queja para tomar la suficiente perspectiva física que nos permita ver en tres dimensiones nuestros problemas reales. Solo de esta forma seremos capaces de salir del circulo vicioso que nos retroalimenta en el llanto y el pesar.

Hoy las carreteras estarán colapsadas con los más de cinco millones de desplazamientos que se esperan. ¿No había crisis? ¡Pues no la hay! Sencillamente nuestro mercado ha menguado y tenemos dos opciones: reducir nuestras estructuras y encontrar nuevos mercados. Lo que está claro es que no podemos seguir lamiéndonos las heridas, hemos de levantarnos a la salida del sol y, cual labrador, trabajar duro hasta que éste se vuelva a poner.

Ni es fácil, ni cómodo, pero insensato es aquel que siga creyendo en cantos de sirena. Seamos serios y no dejemos que sean otros los que nos saquen: demostremos que somos capaces.